-¿Por qué lo he dejado abandonado, con lo que a mi me gusta escribir?
Respuesta automática de mi vocecilla interna:
-Porque eres una vaga e inconstante.
Esa es la respuesta automática a la que llevo un tiempo revelándome de manera consciente, para romper ese círculo vicioso que te paraliza, la generalizada "culpabilidad". Si piensas que eres una persona vaga e inconstante, automáticamente a tu cabeza vienen reproches que lo único que hacen es que te sientas mal y te paralices y termines por no hacer nada. Por eso considero mejor un análisis más objetivo del por qué de las cosas, un análisis aséptico y exento de palabras enjuiciadoras de los actos que llevamos a cabo.
Mi vida en estos últimos cuatro años ha sido monótona y he descubierto, con respecto a la universidad, que la manera en que ha sido organizado el plan de estudios, algunos profesores, el contenido de algunas materias... Todo eso, han hecho que tenga un profundo desencanto hacia la enfermería en general. Me he sorprendido a mi misma leyendo palabras que escribí en mis últimas entradas, especialmente en la que escribo que me encantaba la enfermería y que tenía muy claro que iba a dejar la música. Pues bien, aún no he terminado la carrera (me falta el trabajo) y en música hice el acceso al conservatorio para cursar el grado medio y al curso que viene haré ya sexto curso. Aún así, a pesar de continuar con la música, sé que no me puedo dedicar a ella, porque muchas de las cualidades que un buen músico debe tener no las poseo (creatividad, buen oído, agilidad mental para improvisar, confianza en uno mismo, carisma...) y aunque todas ellas pueden lograr mejorarse con la práctica, requerirían muchísimas horas de trabajo de las que no dispongo y además, los resultados serían seguramente poco satisfactorios.
Pero no ha sido por lo anterior por lo que me he aventurado a escribir una nueva entrada (que van a ser dos). Ha sido algo mucho más triste, que en la siguiente entrada os voy a relatar.