Hoy ha sido un día... desastroso. Fui con mi hermano, que tiene 8 años, y mis amigos al cine, porque si no me lo hubiera llevado, no hubiera podido ir. En fin... La tarde empieza y mi hermano va a su bola como siempre. Y yo controlandome y uno de mis amigos , llamemosle T: el pequeñajo ese... por qué no lo has dejado atado en casa... y cosas por el estilo. Total que digo: me vuelvo a casa. Y T me sujeta y no me deja irme. Y a partir de ahí me he empezado a sentir una molestia... Por mi culpa han tenido que tragarse a un enano toda la tarde... Y me quería volver a casa... Me tenía que haber vuelto, pero soy egoísta y masoca, así que me he quedado. Total, pasa la tarde y cada vez me siento más incomoda y deseando irme... Y ahí empieza mi máscara, a sonreir falsamente, a decir no me pasa nada cuando en realidad estoy pensando: ¿qué estoy haciendo aquí? ¿por qué no me he quedado en casa?
Además luego por otro lado, al principio de todo otro amigo llamemosle C, que va y le dice a J, totalmente serio, tengo que hablar contigo y luego me dice a mi y también contigo. Total me quedo con cara subnormal (la que siempre tengo, pero bueno) y al final no he hablado con C y no se que le pasará. Lo más probable es que se haya enfadado conmigo por algo que ya me dirá... No se exactamente por qué, pero supongo por como soy, porque a borde no me gana ni dios, jajaja.
Así, rayada toda la tarde... pensando en que me tiene que decir C, con T dando el tostón, mi hermano a su bola y yo sintiendome como una extraña en el grupo.
Pasa la tarde... Mientras vemos la película no hay apenas ningún contratiempo, mi hermano no se ha portado mal dentro del cine, pero yo ya estaba de mala hostia conmigo misma.
Salimos, mi hermano cruza solo y yo pienso: le mato. Total le regaño y acabo rompiendo el palo que lleva en la mano y tirándolo a una papelera. Vamos en dirección al metro y le tengo que agarrar de malas maneras para que no vuelva a cruzar solo. Ya harta, le digo: pues no tengo billete de metro para ti, te voy a dejar aquí. Y una vez entramos a la estación me voy a sacar los billetes y cuando ya estoy a su lado le digo: espera toma... no me deja acabar y se cuela. Ahí ya le he dicho: ¿pero qué haces? ¿estás tonto? yo te mato... Pico mi billete, respiro hondo y le dejo que baje por las escaleras mecánicas sin hacerle ni caso. Me margino en el andén, se acerca mi novio para darme un abrazo por mi espalda y ya salta T: alaaa, siempre delante mía... Y yo me vuelvo y a voz en grito: mira gilipollas me tienes hasta los cojones hoy así que callate ya. (Así de bien hablada soy). Claro, todas las personas que estaban en el metro mirandome, cosa que me ha dado exactamente igual, pero ahora que lo pienso, pobres amigos míos aguantando un espectáculo así... En fin... Después de eso ya no pasó nada más. He llegado a mi casa y me he puesto a llorar y he pedido perdón a mi hermano, lo único que podía hacer.
Y ahora sigo llorando. Llorando porque me doy asco... A la persona que menos me quiero parecer en forma de ser (con una mala leche que lo flipas, soltando palabras dañinas y sin paciencia) es a mi madre, porque con su forma de ser lo único que ha conseguido es hacerme daño... Y yo soy igual que ella... No, soy incluso peor... Porque encima soy egoísta.
Y con respecto al tema de C... Si se enfadara conmigo y dejara de ser mi amigo, me dolería, sí... Pero en el fondo se que es lo mejor, por lo menos para él, así ya no volveré a molestarle nunca más.
Estoy callendo del camino de luz... Cayendo al primer camino... La oscuridad me rodea... Pero a la vez me reconforta, vuelvo a ser lo que era, lo que soy y lo que siempre seré. Un alma oscura, sin luz, a la que nadie puede ayudar... Unicamente ella misma podría salvarse, pero para ello ha de limpiarse, cosa que por el momento, no puede hacer, más bien no quiere hacer.
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