sábado, 23 de enero de 2010

Cruce de caminos (VII)

Lilith

Me quedé mirando al chico al que acababan de llamar la atención, creía que por haberme estado mirando, pero nada en él me parecía especial. Era el típico chaval que pasaba de todo y no apreciaba nada, no me interesaba en absoluto. Y entonces miré al chico que estaba sentado a su lado, que era totalmente opuesto. El primero era castaño y con el pelo corto, el segundo era moreno y con melena. El uno vestía como un pijo, con ropa de marca y el otro iba con la camiseta de un grupo de música y unos pantalones negros. No era el tipo de persona con la que me solía relacionar y por eso me llamó la atención y me entraron ganas de conocerle. A partir de entonces la clase se me empezó a hacer insoportable, parecía que aquel hombre no iba a terminar nunca de hablar. Para pasar el rato, me puse a mirar el horario, al que no había prestado mucha atención al principio. Observé que todos los días entrábamos a las ocho y media y salíamos a las dos y diez, a excepción de algunos viernes que cabía la posibilidad de que saliéramos a la una y cuarto. Las clases eran de cincuenta minutos y teníamos seis clases diarias más el recreo de doce y cinco a una menos veinticinco y los cinco minutos entre clase y clase. Era como un horario de instituto al que ya estaba muy acostumbrada y además, las asignaturas no parecían mucho más difíciles que las del curso anterior. Dejé de mirar el horario y miré el reloj: eran las diez y media, ¿cuándo pensaba terminar la presentación el pesado del profesor? Bueno, veo que os estoy aburriendo y esto no es más que la presentación del curso, por lo que voy a ir acabando. Quiero deciros que ante cualquier problema ahí voy a estar para ayudaros a solucionarlo. Espero que pasemos un buen año y que aprobéis todos y paséis al siguiente curso. No os rindáis y pensad que son solo dos años y que ya podréis poneros a trabajar en esto, que es lo que se supone que os gusta. Y que si aprobáis también podéis acceder a la universidad, así que tenéis un amplio campo de posibilidades, no las desperdicies. Bueno veo que el lunes nos veremos a las nueve y también a última, así que nos volveremos a ver en un par de días. Podéis marcharos y que tengáis un buen fin de semana. ¡Hasta el lunes! Por fin podíamos irnos. Me apresuré a levantarme de la silla y me acerqué al chico al que habían llamado la atención. Hola, parece que en clase te han llamado la atención… ¿Estabas mirándome? Pues… sí te estaba mirando. Bueno en realidad estaba mirando a toda la clase, jajaja. Y claro, ya llevaba un rato sin prestar atención, pues me había quedado mirando también a otras personas y cuando llegué a ti que estabas al fondo, pues… pues se decidió a llamarme la atención. Jajaja, no hace falta que te excuses tanto hombre. Por cierto, ¿cuál es tu nombre? Samael, ¿y el tuyo? Lo siento, ¿me dejas pasar? Sí. Ah, yo me llamo Lilith. Oye y tu amigo, ¿como se llama? El chico moreno que acababa de pedirnos paso y estaba a punto de irse se detuvo y se quedó mirándome. Yo le miré a los ojos y vi que los tenía de un precioso verde esmeralda. ¿Quién, yo? Sí, tú, ¿cómo te llamas? Pues me llamo Lugh, y lo siento pero no soy amigo de Samael, simplemente nos acabamos de conocer. Anda, no lo sabía… Bueno, ¿cuántos años tenéis? Diecinueve. Pues yo dieciocho. Anda Lugh, tienes mi edad, jajaja. De repente alguien se chocó conmigo. Perdón. Era la voz de chica que me resultaba familiar. Me di la vuelta y vi a Brigid. No pasa nada. Anda tu cara me suena. Me volví hacia Lugh. ¿La de quién? La de ella. Y señaló con la cabeza a Brigid. ¿En serio? Su cara se iluminó de repente y toda la oscuridad que la chica había desprendido antes, se transformó en luz. Sus ojos estaban brillando con gran intensidad. Sí, ¿no nos hemos chocado antes al entrar? Sí. Pues te pido disculpas otra vez, hay veces que no se en donde tengo la cabeza. No pasa nada, jajaja. Sin saber por qué, me empecé a poner celosa por la manera en que estaba tratando a la chica. Bueno, no querréis quedaros a vivir aquí, ¿o sí? Vámonos fuera, anda. Vale. Está bien. Ok. Y salimos los cuatro juntos de la clase sin hablar.

2 comentarios:

  1. Olaaaaa!!!!!
    Joe como mola!!!!
    Me encanta jajja... Tienes que seguir Lugh y Samael molan jajaja..

    Va a conseguir que me enganxe!!!

    Besikossss!!!

    ResponderEliminar
  2. xD, a Samael le falta mucho... No me gusta como ha quedado, jajaja. En fin... Ya veré xomo continúo, xD un beso!!!

    ResponderEliminar